lunes, 21 de septiembre de 2009

PROTOCOLO 3

La educación debe ir al ritmo de las necesidades que la sociedad presenta. Es por eso que esta debe ser conciente de cada transformación que se nos presente en términos de comunidad e integración social. La globalización trae consigo unos retos, y la educación debe partir desde este supuesto para trabajar en Pro de una comunidad civilizada. Es por eso que a medida que se vayan presentando los avances, la educación debe ir replanteando sus supuestos. Ahora bien, en la mente de cada estado debe prevalecer la igualdad y la equidad. Términos desconocidos para los estados que pretenden cultivar un sistema educativo, basado en las aperturas económicas de la época. La concepción de educación debe ser replanteada hacia el progreso social, pero referido en el término de la equidad. Esto debe verse como un principio para promover la competividad a niveles nacionales e internacionales, sin que exista así el provecho del monopolio y la dominación total.

El problema que se puede ver en todo esto, son las políticas del Banco Mundial que no permiten que los países del tercer mundo avancen en términos educativos, ya que la deuda es más importante que el progreso de una sociedad como tal. El banco mundial nos ofrece políticas que en cierto modo “ayudan” en el desarrollo de nuestra sociedad, pero nada de esto es cierto, ya que al Banco Mundial no le interesa el desarrollo económico e intelectual de algunas naciones, sino todo lo contrario, le interesa el dominio económico de los países menos favorecidos. Es por eso que la educación debe ser replanteada, debe ser esa puerta abierta para la apertura de oportunidades. Y también, la educación debe promoverse desde el seno de una sociedad, es decir, desde sus problemas más fundamentales y no desde la perspectiva de otras naciones. La educación debe convertirse en un asunto de todos los colombianos.

PROTOCOLO 2 (MORIN)

Considero pertinentes la creación de estos siete saberes para la educación. Son un arma poderosa para la enseñanza y lo que es mejor, para enseñar a una escala superior, en donde conceptos de respeto, reconocimiento, cuidado, ayuda, entre otros, son los ejes centrales de este tipo de educación. Ahora bien, ¿cómo podríamos empezar por enseñar estos siete saberes? ¿Qué tendría que hacer el profesor? ¿Quién serían los encargados de promover este tipo de políticas? Son preguntas difíciles de responder ya que la educación, desafortunadamente, se ha convertido en un arma política. Los países industrializados lo saben y por esa mima razón, evitan que este tipo de políticas puedan instaurarse en nuestro sistema educativo.

¿Entonces estamos condenados por otros pueblos a prevalecer bajo la manta de la ignorancia? El hombre no se interesa por el otro, el único interés del hombre es el dominio absoluto. Los países tercer mundistas sólo creen en el dominio de las naciones menos favorecidas. A veces es necesario poner en dunda tanta iluminación, y me refiero a los siete saberes, porque por detrás de esta algo puede ocultarse algo... Creemos que el maestro tendría que reconocer su trabajo y a los estudiantes. Ya que las políticas nacionales no ayudan, él mismo debe hacerlas en el aula y con los estudiantes con quienes trabaje. Los sietes saberes son una herramienta para que el hombre vuelva a su esencia más natural. Una ayuda para tratar tanta ilusión que hay a nuestros alrededores, para aprehender un conocimiento pertinente, adecuado para las necesidades de nuestra sociedad, y sobre todo, no limitado. Estos siete saberes son necesarios porque ayudan al reconocimiento de los otros, valor que se ha perdido por un oscuro abismo; reconocimiento que le asigna un valor, no material, a la misma raza, al mismo hombre. El planeta se destruye y con él nos destruimos nosotros, es por eso que también se debe crear una cultura de cuidado permanente hacia nuestro planeta para que así, las futuras generaciones puedan vivir cómodamente, sin tropiezos y angustias. Por otro lado, el enseñar una ética del hombre, ayudaría a comprender nuestra propia naturaleza, nuestros propios miedos y nuestros propios placeres. En conclusión, si estos siete saberes se implementaran en la educación colombiana, tendríamos la certeza de que esta educación poco a poco empezaría a cambiar. Pero es necesario dejar claro que si nuestros gobernantes no ponen de su parte, y empiezan por promover estas políticas, el país no va a llegar a ningún lado.

PROTOCOLO 1 (SAVATER)

Desde hace muchos años la educación se ha visto afectada por la insensatez de la misma sociedad. Una paradoja difícil de comprender y difícil de aceptar, ya que una sociedad que no le dé importancia a este tema se verá afectada y por ende abandonada. La paradoja es inaceptable. Se habla de que la educación es un pilar que sostiene a la sociedad, un pilar que intenta proteger los valores de la humanidad y de progreso. Pero lo que se ve y lo que se palpa en el mundo real es todo lo contrario. Somos testigos del mal manejo, desprecio y desprestigio de algo tan importante como la educación. ¿Por qué el hombre moderno, que tanto ha aprendido, prefiere darle la espalda a la educación que apoyarla desde el fondo de su espíritu? Una pregunta difícil de responder. Al intentar buscar la verdad llegan piedras a nuestros caminos. Entonces nos vemos abandonados, solos y desprotegidos. ¿Desprotegidos? ¿Por parte de quién?

No sólo la culpa es de la sociedad, aunque en gran parte se le es atribuida. El maestro también es un culpable de que las cosas no marchen como deberían marchar. ¿Por qué? Muy simple, en estos últimos tiempos el profesor se ha desentendido con su labor de docente, y con razones obvias, pero, ¿no está en juego el porvenir de una comunidad, de una sociedad, de un nuevo y bravo mundo? En efecto, todos estos elementos están en juego, y si se quiere que haya progreso y reconocimiento, el profesor debe replantear su trabajo desde la inteligencia y la prudencia del espíritu, desde la vocación y el amor por los demás. Tal vez esto suena religioso y no quiero que esto sea así porque ya se sabe la repercusiones que acarreé una educación religiosa. Hablo del reconocimiento mutuo.

Cuando el maestro decida reconocer a sus estudiantes como seres humanos semejantes a él, ahí empezará la educación a replantearse como ciencia abierta y primordial de los seres humanos. Ahora bien, la familia también tiene una labor educativa muy importante que efectuar. En este siglo, los valores familiares, la primera educación, aquella que debe ser repartida con mucho amor por parte de los padres, es hoy en día, el afecto mágico de una caja virtual que muestra el mundo sin escrúpulos. Lo que afecta en gran medida el desarrollo de la personalidad de los niños, ya que el sentido humano de la enseñanza es sustituido por una máquina. Hay que reflexionar mucho sobre el rumbo que la educación ha tomado, los tiempos cambian al igual que los hombres, y si no se actúa con prontitud seremos testigos de la decadencia de la humanidad.